Sumérgete en el emocionante mundo de los piercings, donde la autoexpresión y la belleza se fusionan. Nuestro proceso comienza con pinzas precisas que sostienen la zona a perforar antes de atravesarla con una aguja especializada. Una vez completada la perforación, el piercing, esterilizado y envasado, se inserta en una guía de plástico o silicona y se asegura en su lugar. La adición de la característica bola completa el piercing.

La curación lleva un mes, durante el cual los piercings iniciales son ligeramente más largos para acomodarse a posibles inflamaciones. Si la zona se hincha, se recomienda ibuprofeno. Si la barra no es suficiente, comunícalo a nuestro profesional. Para el cuidado, se aplica un antiséptico durante 10 días, tres veces al día. En caso de infección, consulta a un profesional para obtener una crema antibiótica y, en algunos casos, antibióticos orales.

Te invitamos a descubrir el arte y la atención profesional en cada paso del proceso en nuestro espacio de piercings. Exprésate con seguridad y estilo.